Era una mañana en el pueblo
de mis padres y me desperté por la luz del sol que cruzaba la ventana.
Una vez abierta escuché la
armonía de los pájaros y observé el verde de las largas hierbas. Entre ellas
había gigantescos ¨Baobabs´´ con sus frutas y hojas verdes. Una mujer estaba
cortando esas hojas con un palo de gancho para después hacer una salsa para el
cuscus de mijo.
También
había una señora con su ´´Calabasse´´ preparando cuscus con una olla grande
sobre el fuego de madera que dejaba un humo que se perdía en el aire. Se
cocinaba la salsa de patas y cabeza de cordero para el famoso ´´Cuscus Sérère´´.
Aquella noche la cena era a la luz de la luna llena y todos disfrutamos de ella alrededor de un gran bol que estaba
en el medio de la casa.
Boubacar DIOUF
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