Idealización de una ventana

La verdad es que desde mi ventana no veo nada de lo que presumir visualmente sólo un trozo de asfalto, puro y duro, de un oscuro, muy oscuro, color negro salpicado por pequeños grises que son el grijo que se le añade para darle consistencia. Lo único que es diferente son los automóviles que, veloces, pasan como un borrón delante de mis ojos, las historias de los que los conducen, de las personas que les acompañan, sueños, anhelos, amores , desamores todo ello sólo me lo puedo imaginar, no los conozco, no puedo ponerme en medio del aglomerado e impedirles el paso para que me hablen, aunque quisiera conocerles, saber sus historias, preguntarles  “donde vais con esos gestos tan austeros” “que alegría esconden detrás de esos rostros tan graves” ”porque el coche os convierte en energúmenos, al parecer, incapaces de empatizar con otros conductores”;   me gustaría saber que ven ellos detrás de sus ventanas así vería cientos y un paisajes diferentes   uno para cada día del año y no soportar más la monotonía visual y sonora a la que me veo sometido por la inexorable, implacable y cruel ventana que me ha tocado en suerte.

Si pudiera elegir me gustaría un paisaje profundo, con mucha distancia hasta el horizonte, algo natural a ser posible cuasi-salvaje con indiferencia en cuanto a si mar o montaña, desierto o selva, llanura o meseta solo ver, fundirme con el paisaje, ser uno de los elementos que lo componen y estar ahí eones.

Mi paisaje favorito no se puede entender sin los sonidos que van asociados a ellos, un rutilante arroyo con su  húmedo murmullo, un bosque frondoso y el sonido del viento violando sus ramas e, incluso, la falta de sonido de un paisaje te puede hacer sentir muy pequeño, insignificante ante la grandeza de  un desierto, la cumbre de una montaña, sumergirte en el mar o disfrutar de un paseo espacial.

Mi ventana no es para presumir, desmotivadora, fría, impersonal así que la tengo condenada al ostracismo, oculta, escondida tras unos estores de bambú… no quiero ni verla…..suena triste, es triste es ……………mi ventana.

Javier Gutiérrez