miércoles, 2 de marzo de 2016

DESDE MI VENTANA…

Desde mi ventana podía ver Córdoba, el Puente Romano, y el Puente Nuevo el campo de la Verdad con los jardines de la Victoria.
La calle con muchas casas a los dos lados.
     Pedro Herencia




Desde mi ventana veía un pueblo de Jaén, el mío. Tiene muchísimos olivos, pues el aceite es uno de los productos más importantes que tenemos. Es un aceite muy bueno y mucha gente va a comprarlo.
             Soledad Cova



Desde mi ventana veo mi barrio, el ambulatorio y el parque donde, por las tardes, suelen ir los niños a jugar cuando salen de la escuela. Se juntan allí las madres a charlar mientras los hijos juegan.
              Carmen Anguiano



Desde mi ventana veía varias calles de mi pueblo, la plaza y el paseo. Cuando llegaban las fiestas de mi pueblo, ponían la feria en la parte de atrás de mi casa, y podía ver desde allí todas las barracas y atracciones de feria. Como con tanto ruido hasta la madrugada no te podías dormir, sacábamos las sillas por la “puerta falsa” y nos poníamos a ver la feria al fresco. Y después de terminar la feria, empezaban los borrachos, la gente bailando y cantando así que hasta la mañana sin poder dormir.
           Paquita Molina




Desde mi ventana  podía ver el campo lleno de olivos y tierra de labor de la finca de Don Juan Paria donde trabajaba. Ahora en esas  tierras solo hay olivos. Y enfrente de mi ventana podía oír cantar un ruiseñor todas las mañanas, cerca del riachuelo donde había álamos y chopos. Podía escucharlo pero no verlo, tiene un trino precioso.

              Ana Porras



Desde mi ventana veía a mi vecino venir del campo con su burro enfadado porque venía cansado y el burro no le obedecía, además su mujer no lo esperaba y tenía que descargar el burro solo.
También podía ver el cine de mi pueblo. Solía ir a ver las películas de Joselito con mi abuela y salía de la sala llorando y mi abuela me consolaba. Después ayudaba a mi madre en casa.
             Josefa Chaparro

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